Tipos de botas de equitación

Las botas de equitación, o de montar, tienen una larga historia en Europa. Fue un calzado hecho de cuero y borde blando, y en piel de becerro de color marrón, que se hizo muy popular en el continente entre los siglos XVI y XVIII.

Para practicar cualquier actividad relacionada con el hipismo se hace necesario llevar botas de montar, que siempre es de caña alta, casi hasta la rodilla.

Esto tiene su razón en su origen, ya que en los tiempos en los que el caballo era la única forma de transportarse, tanto para personas civiles como militares el diseño servía para que los pantalones no se ensuciaran con el sudor del caballo y el jinete tuviera una mejor sujeción a la silla.

Breve historia de las botas de equitación:

Es verdad que las botas son mucho, pero mucho más antiguas. Si pensamos que ya los humanos de hace 15.000 años eran capaces de envolver sus pies en pieles de animales para protegerlos del frío, podemos darnos una idea.

Con el asentamiento de las ciudades, poco a poco las botas fueron modificándose, e incluso hay modelos muy bien conservados de las antiguas civilizaciones mesopotámicas que presentaban decoraciones en las punteras, lo que da la idea de que también se usaban con fines estéticos.

Claro que quienes llevaban botas de equitación eran los hombres, que acostumbraban ir a caballo y al campo a faenar (aunque estas otras botas eran distintas, no eran de montar).

Además, los espadachines franceses del siglo XV usaban botas de caña alta para proteger las piernas. Pero sin duda, donde más triunfaron las botas de montar, y sobre todo las botas de equitación para mujer, fue en Inglaterra, donde la hípica tiene un enorme peso social.

En Reino Unido, los deportes más practicados por las clases altas y medias en los siglos anteriores al XX eran las carreras de caballo y la caza, y en ambos las botas de equitación seguían teniendo una función protectora.

Las inglesas (de clase alta) tenían botas de equitación para mujer, pues en Reino Unido, como ya comentamos, la práctica de la equitación era, y es, una actividad importantísima dentro de la estructura social.

Esa moda traspasó las fronteras geográficas y sociales y hoy es posible que cualquier mujer en cualquier parte del mundo calce botas de equitación.

Tipos de botas de equitación:

Hay una gran variedad de tipos de botas para montar a caballo, según la actividad y el material en que están fabricadas.

Botas de equitación inglesas:

Son las más utilizadas por jinetes que ejecutan el salto de obstáculos. Habitualmente son de piel y son muy cómodas por su flexibilidad. Pueden ser de cremallera o de cordones.
Las botas de equitación Valverde son de una gran calidad, realizadas en piel de colores entre marrones y ocres, acordes con la moda ecuestre.

Las botas de equitación para mujer inglesas que se pueden comprar en 5V Valverde tienen una estética realmente impecable. En esta categoría están las botas para la doma clásica.

Esta bota es de piel para ofrecer los mismos atributos de flexibilidad y comodidad, con la particularidad de que está hecha en una sola pieza, sin adornos, y generalmente es negra y de carácter más bien austero y elegante, para cuadrar con el uniforme.

Botas camperas:

Suelen ser de piel de becerro –aunque se pueden hacer de distintas pieles–, y son las que habitualmente se usan en la monta a la vaquera y para las faenas en el monte y entre caballos. Las botas de equitación Valverde camperas son elegantes y sobrias, y llevan pocos adornos.

Botas vaqueras:

Son muy parecidas a las botas camperas, con la diferencia de que las vaqueras tienen flecos, dibujos y arabescos, van muy adornadas. Fueron creadas para el trabajo con el ganado, pero hoy en día pueden servir como botas de equitación y tienen un fuerte componente estético.

Botas de goma:

Son las más económicas, están fabricadas en caucho y por ello son fáciles de limpiar y mantener. Resultan muy resistentes. Es conveniente que estas botas tengan forro interior de neopreno pues no transpiran bien.

Al no transpirar bien, al contrario de las botas de equitación de piel, el sudor puede acumularse en el interior y ser bastante molesto; la razón es que el interior de la bota genera mucha temperatura, lo que por otra parte, no la hace adecuada para todas las actividades.

Es decir, las botas de goma no son apropiadas para el verano, por ejemplo, pero sí son habituales en todo lo relacionado con el trabajo en las cuadras y el cuidado de los caballos.

También son habituales en otros tipos de trabajo no relacionados con la hípica, sobre todo por su precio tan accesible.

En qué fijarse a la hora de elegir botas de equitación para mujer:

Si se buscan unas botas de equitación para mujer primero hay que ver qué actividad se practica, pero hay unos factores básicos en los que fijarse antes de decidir un modelo u otro.

Material:

Unas buenas botas de equitación para mujer deberían ser de piel o cuero, que son los materiales que aportan más flexibilidad y comodidad, pues se adaptan mejor y más rápido a la forma de la pierna y al pie.

Las botas de equitación Valverde, por ejemplo, son de piel de la mejor calidad, lo cual garantiza una mayor comodidad a la jinete, y será capaz de proteger de los cambios de temperatura.

Para que duren más hay que invertir tiempo en el mantenimiento, algo que podría verse como una desventaja, pero precisamente un buen mantenimiento redundará en una mayor durabilidad.

Altura:

A la hora de elegir las botas de equitación se debe evaluar la altura de la caña, esta no deberá ser ni muy alta ni muy ancha. No es cuestión de estética, sino de seguridad: la bota no puede engancharse al estribo, algo especialmente peligroso si el jinete cae.
Hay que asegurarse, entonces, de que la parte delantera de la bota no se atasque.

Agarre al tobillo:

La bota tiene que sujetar firmemente el tobillo, pues es la articulación que funciona como amortiguación a los saltos y movimientos del caballo; esta parte del cuerpo sufre mucho impacto en la equitación.

Resistencia y flexibilidad:

Los pies deben estar cómodos a la hora de montar. Por lo tanto, un calzado flexible es indispensable para dar libertad de movimientos. Al mismo tiempo, hay que fijarse en que el material sea lo bastante resistente como para soportar diversos impactos.

La modalidad para la caña:

Las botas de equitación son de caña alta, más recomendables para la monta porque protegen la pierna y no molestan al caballo con el roce.

Para la doma se usan botas más rígidas y altas y para los saltos se prefieren blandas y cómodas.

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